Bueno, no hay mucho que decir. En unas horas cogeré un vuelo, y en unas pocas más me plantaré en Dublín, ciudad que será mi sede de trabajo y vida durante los próximos meses.
No se cuánto estaré. No se cuándo volveré. Pero en las últimas semanas las muestras de cariño me han demostrado que mi lugar, mi casa, y mi hogar, está aquí, con mi familia, mis amigos, la gente que me quiere y a la que yo quiero.
Esto no es un adiós. Es un hasta luego.
See you soon!