domingo, 10 de mayo de 2020

Pasando lista

Wow, ha pasado tiempo.

Hacía mucho que no escribía. Nunca encontraba el momento adecuado, ni nada interesante que contar. Tampoco es que nunca haya tenido algo interesante que contar, más allá del tema aquél de la cafetera.

Pero las cosas han cambiado. Según dicen, para siempre. En cuatro días hará dos meses que el Presidente del Gobierno (Pedro Sánchez, si leéis esto dentro de muchos años) salió por televisión diciéndonos a todos que la única forma que teníamos los españoles, como sociedad, de enfrentarnos al famoso Coronavirus (o Covid-19, como prefiráis) era quedarnos en casa, minimizando el contacto los unos con los otros, para no colapsar (más) las UCIs de los hospitales. En estos dos meses se han hecho habituales cosas que antes no nos imaginábamos: teletrabajo generalizado (en todos los trabajos donde era posible, y en alguno más), cuarentena forzada, videollamadas diarias, aplausos a las 20:00 a favor de los sanitarios, los cuerpos de seguridad del estado, los empleados de limpieza, los de los supermercados, la gente que se quedaba en casa... Yo salí el martes pasado a la calle por primera vez desde que empezó todo esto (sin contar las veces que salí a tirar la basura, comprobando que no había nadie más por la calle). Es decir, di mi primer paseo de más de dos minutos en dos meses. La leche.

Nuevas expresiones se abren camino en nuestro vocabulario habitual: distanciamiento social, pico, curva, desescalada... Y parece que la vida cambiará: los cines, los teatros, los restaurantes, el transporte público... A día de hoy, 10/05/2020, se habla de que si todo va bien, podríamos recuperar la antigua normalidad de aquí a dos o tres años. Ah, sí, se me olvidaba una de las nuevas expresiones: nueva normalidad. Sera cual sea, ya veremos.

Lo importante, al final, es eso, que la podamos ver. Si no todos, sí la mayoría. Y  al final de eso va esta entrada, o al menos de eso quería que fuera. Yo tengo contacto habitual con mis familiares cercanos y mis mejores amigos, ya sea virtual o real. Sé que todos están bien, aunque Vity e Isa tuvieron el virus, y fue duro, pero el muy cabronazo no dijo ni mú hasta que lo pasó. Todas esas personas también saben que yo estoy bien. Pasé una gripe (según me dijo la doctora al otro lado del 112 era sólo eso, una gripe) la primera semana de marzo, y tengo el cuerpo cubierto de ronchas, pero el dermatólogo dice que no hay que preocuparse si no pica, así que bien.

Estar tanto tiempo en casa me ha servido para terminarme varios videojuegos (así de memoria, el Jump Force, el Marvel Vs Capcom Infinity, el Power Rangers: Battle For The Grid, El Batman: The Telltale Series, el Sonic Forces, y el Kingdom Hearts Final Mix), pero no he sido capaz de terminarme el puñetero libro de Transformación Digital que empecé a leerme en Navidad. Tampoco sé si con lo que ha pasado, ese libro ahora es aún pertinente (quiero decir, al final en España la Transformación Digital se ha logrado por causas de fuerza mayor). Pero también me ha dado tiempo para pensar. Y he pensado que sí, sé dónde y cómo están mis allegados, y ellos saben lo mismo de mí. Pero hace mucho tiempo que por unas cosas o por otras se perdió el contacto con personas que fueron importantes, para todos. Personas a las que hace un par de meses daba igual no haber sabido de ellas en años, pero ahora te da por pensar. ¿Estará bien? ¿Y su familia? ¿Cómo le ha pillado todo esto? ¿Dónde le ha pillado todo esto? ¿Necesita ayuda de algún tipo?

Y para esto es esta entrada del blog. Da igual quién seas, si nos conocíamos de antes, o lo que pasara entre nosotros. Por favor, déjame un comentario para hacerme saber que estás bien, y para que el resto también lo sepa. O si no quieres que lo lea nadie, dímelo en el comentario y no se publicará (todos los comentarios pasan por moderación). Y lo más importante, cuídate mucho. Nos vemos en la calle, cuando todo esto acabe.