domingo, 25 de noviembre de 2007

El cruzado del látigo y el sombrero

Estaba yo hablando con una amiga el otro día, y acabé por decirle "Hoy has perdido. No tiene por qué gustarte. Y desde luego no tienes por qué acostumbrarte". La cita, por supuesto, no es mía, se la decían en Indiana Jones y la Cruzada a un joven Indy (el fallecido River Phoenix), segundos antes de que le taparan la cara con el sombrero, y reaparecer como ya un maduro Harrison ford tomándose la revancha.

A mi amiga le soprendió no ya solo que recordara la cita, sino que, al igual que a ella, me gustara Indiana Jones. Es normal, es comprensible. Hija de la generación Matrix, todos sus conocidos tienen otros ídolos del cine de acción y aventuras: Neo, Bourne, Sparrow (del que tal vez hable un poco más adelante). Indy es viejo, obsoleto, su última película estrenada es de 1989. Ah, claro, y por supuesto, ellos no han jugado a los juegos...

Estos jovencitos de la generación PS2, jugadores de Gears of War, Half Life, que creyeron que el argumento del Tomb Raider Anniversary era nuevo (que no, que hubo un Tomb Raider en el 96), y que piensan que los Final Fantasy son juegos novedosos porque en ellos se puede hablar, nunca estuvieron allí, en la edad de oro de los juegos de PC. Con el Indy 3 y el Indy 4, con los dos primeros Monkey Island (Piratas del Caribe es un plagio, y cualquiera que tuviera un ordenador en el 92 lo sabe). La época en la que con solo un click de ratón, podías mirar, tirar/coger, hablar, andar, dar, empujar... La época de las Aventuras Gráficas de LucasArts.

Si algo saben los fieles fans de Star Wars (los de verdad, los que reniegan de Hayden Christensen como Darth Vader, los que pillaron la coña de Greedo en el Episodio I) es que la magia de George Lucas nunca ha residido en sus películas, sino en lo que se llama habitualmente "Universo Expandido". En los 16 años que transcurrieron entre la sexta y la primera entregas de la saga galáctica (si no fuera porque hablo de lo que hablo, sonaría hasta raro) la franquicia no solo no murió, sino que se expandió y enriqueció: libros, cómics, videojuegos... Lo mismo pasó con el aventurero del látigo y el sombrero, aunque a menor escala, y con productos de menor calidad, a excepción de dos: la serie de Las Aventuras Del Joven Indiana Jones (injustamente olvidada serie de aventuras en un contexto histórico, en la que incluso Harrison Ford haría un cameo en un capítulo como un cincuentón Indy), y las dos aventuras gráficas. Cierto que hubo buenos juegos antes, y alguno después (así a la cabeza me viene el Indiana Jones Y Sus Aventuras de Escritorio, aunque este también era inferior a su contrapartida galáctica, Yoda Stories). Pero el intento de reinventar Tomb Raider (una actualización de la figura del propio Indy, según muchos) con La Tumba del Emperador fue una chufla.

Hablaré pues de los grandes, de los buenos, del Indy 3 y del Indy 4, aventuras gráficas como las que hoy casi no se hacen (si exceptuamos a los españoles de Péndulo Studios y sus Runaway)


En Indiana Jones and The Last Crusade - The Graphic Adventure (también apareció, ese mismo año, un juego de acción basado en la película, pero de menor éxito y calidad) acompañábamos al arqueólogo por las mismas localizaciones de la película, más o menos. Muchos juegos conlicencia de películas son auténticos truños, basura que se aprovecha de un nombre comercial para vender (el juego de E.T., por ejemplo, que dice la leyenda que era tan malo que se enterraron todos los ejemplares producidos y nunca salieron a la venta). Este no. De hecho, superaba al material original en todos los aspectos, excepto el visual.


Hablar, explorar, investigar, y algo que era fundamental, y que en los juegos modelos no se estila: pensar. No bastaba con haber visto la película, había que ir más allá. La biblioteca de Venecia tenía más de una X en el suelo, había que encontrar la correcta, y desde luego meterse en el agujero sin haber sacado tres libros de la biblioteca (un plano de catacumbas venecianas, el libro de instrucciones de un biplano, y el Mein Kampf) era querer tener las cosas difíciles. Cierto es que algunos soldados nazis podías derrotarlos a base de golpes, pero era mucho más interesante, y satisfactorio, hacerlo mediante ingenio ("Vendo preciosas cazadoras de cuero como la que llevo" impagable)


Como he comentado antes, el juego no se ilimitaba a la película, ibas más allá. Y es que... ¿y si Indy le hubiera dado a Hitler una tarjeta en vez del diario del Grial para que se lo firmara? Pues hubiera tenido un pase firmado por el mismisimo Führer para viajar por carretera cómodo y seguro, pudiendo presentarle dicho pase a cualquier soldado que le hubiera parado por carretera.


Esa era la gracia del juego, pensar, y no limitarse a la película. De hecho, y a diferencia del largometraje, Indy podía salvar a la chica en el juego. Todo un final feliz para un juego redondo.


En 1992, Indiana Jones And The Fate Of Atlantis (cariñosamente apodado Indy 4, aunque no estaba basado en ninguna cuarta película de Indy) llegó un paso más allá, con una historia totalmente original, tres formas diferentes de afrontarla (lo cual era una enorme novedad en la época), gráficos mejorados, es, hasta la fecha, el mejor juego basado en la franquicia (a ver que tal el año que viene el Lego Indiana Jones)


Desde los títulos de crédito se podía vislumbrar que la cosa era, al mismo tiempo, continuista, pero nueva. Mantenía el humor de la aventura anterior, pero gráficamente era todo un festival de color en VGA (Indy 3 apareció originalmente en EGA, aunque al igual que el primer Monkey Island, fue reeditado en VGA). En los States, además, apareció una versión en diskette, y otra en el formato nuevo ese, el CD-Rom, con música orquestal (no en midi) y voces (en España hemos recibido este juego en varias ediciones, algunas de ellas muy recientemente, y seguimos sin las voces).


El nuevo juego nos llevaba de nuevo a la piel de Indy quien, junto a una antigua "amiga" buscaría el secreto de la Atlántida, para evitar que este acabara en las malvadas manos de los nazis. La interfaz gráfica era nueva, y la dificultad aun mayor, pero el planteamiento era el mismo: emplear las neuronas para sacar a Indy del lío (generalmente metiéndolo en un lío mayor), investigar, explorar. Y pensar. Pensar mucho. ¿Puede que sea por eso por lo que estos juegos ya no gustan a los chavales de hoy?


Me gustan las pelis de Indy, he visto las tres, y varias veces. No voy a negarlo, las dos primeras no me parecen malas, pero la tercera me parece sublime. Aún con todo, reconozco que, como mucha gente de mi generación, Indy sobre todo me gusta por estos dos juegos, puntas de iceberg de otra época, menos vistosa, más divertida. Grandes tardes frente al ordenador, devanandme los sesos para salir de ese puzzle, para avanzar un poco más. Y grandes recreos en el patio del colegio y el instituto, comentando hasta dónde habíamos llegado, orgullosos de ayudar a los que estaban atascados en el xilófono de calaveras, o que no sabían como derrotar al nazi grandote del tercer piso.


Y aún con todo, estoy triste. El año que viene estrenan por fin la cuarta película de Indy (sin Atlantis, ¡herejía!), y hay previstos dos juegos, el mencionado Lego Indy, que seguro será un divertido plataformas, y un juego oficial del cuarto filme, una aventura en tercera persona que, de nuevo, beberá más de Lara Croft que del Indy videojueguil que tan buenos ratos me hizo pasar. Hace ya tiempo que LucasArts se deshizo de todos sus programadores de aventuras gráficas, más interesados en sacar más y más productos sobre la saga galáctica (y no siempre mejores) que por este caduco género. Pues no se a ellos, pero a mi me están entrando unas ganas de instalarme el SCUMMVM y ponerme a jugar al Indy4 que...

Updating

A ver...

Probandooo probandooo...

Sí, parece que después de quitar un poco las telarañas, esto sigue funcionando. Antes de nada, pedir perdón por no haber actualizado antes. Mis obligaciones como precario, el hecho de que ahora soy yo el que tiene que cocinarse, hacerse la colada, limpiar baños y demás tareas del hogar, y el hecho de que la conexión a internet no es mía (aprovecho para agradecer a 7346 4571 que tenga el acceso a su red wifi habilitado sin cables, eso sí, espero que la tuya no sea una de esas conexiones con un límite de descarga de 10 Gigas al mes, porque si no este te va a tocar pagar...) hace que actualizar esto desde casa sea muy complicado. Y desde el curro no se puede, tienen las conex capadas (y AÚN no me apetece ponerme a hackear la intranet).

También quiero pedir perdón porque este post no lleve fotos. Me traje una camara digital conmigo, pero es algo vieja y la mayor parte de las fotos salen desenfocadas. La jodía no tiene zoom, y la pantallita es de 1.5x0.75 cms, así que no se como va a salir una foto hasta que no llego al ordenador y lo compruebo (mentira, se exactamente como va a salir: mal). De todas maneras, las hago siempre a máxima resolución, así que espero que encongiéndolas, y con ayuda del Photoshop, alguna se pueda salvar. Al menos la del camión chamuscao, las otras siempre puedo repetirlas.

Los lectores asiduos del blog sabéis que no soy muy dado a mirarme al ombligo. Pocas veces hablo de mi aquí, y no hay ninguna foto mía donde se me vea la cara. Pero para eso reconvertí el blog en The Irish Chronicles, para hablar de mi vida en Dublín. Ya llevo más de un mes en el país, y un mes justito en mi nueva casa, así que es hora de hacer balance. De todas maneras, si hay algún detalle que queráis conocer, y no comento, preguntad en los comentarios. Todo lo que no sea muy subido de tono, será comentado en un post próximo.

Empecemos. Dublín. ¿Ande coño ta eso? Lo fácil, lo obvio, lo sencillo, es tirar de Google Maps. Vamos allá.


Según otra web de mapas, la de Michelín, estoy a 2334 kms. de mi casa de Alcalá. ¿Podría haberlo mirado en Google Maps? Sí, pero cuando me dio por informarme estaba en el curro, y allí no puedo conectar a ninguna página de la familia Google. Pero bueno, el caso es que son 2334 kilometros. Una pasada, vamos.

¿Cómo se llega? Hay varias formas, la más habitual es en avión. Hay ferry desde Francia, y otro desde Inglaterra, así que se puede hacer el trayecto en coche, pero pasamos de las 3 horas escasas del avión a unas 26 horas en coche, así que es poco recomendable. Yo para venir vine con Ryanair. Importante cojer el billete con cuanta más antelación posible, pues la diferencia de precio puede ser notable (desde un centimo, hasta doscientos y pico euros, precios sin tasas incluídas). Los billetes los podéis comprar por internet. Importante también si voláis con Ryanair. Podéis pagar derecho a maleta, con un máximo de 15 kgs. de peso. Comprar derecho a más maletas da derecho a eso, a más maletas, pero no a más peso. Es decir, en vez de una maleta con 15 kilos, podéis llevar dos de siete y medio. Y os recuerdo que la maleta en sí también pesa. Además, podeis colar una bolsa de equipaje de mano de 10 kilos. Un ordenador portatil lo podéis llevar también, y se os contaría a parte. Yo vine con una maleta, y como equipaje de mano una bolsa de deporte grande y una mochila con libros, el portatil, la DS, y el disco duro externo. No me dijeron nada por la mochila, perpo vamos, las mujeres van con bolso y equipaje de mano, así que si me hubieran dicho algo, hubiera equiparado mi mochila a un bolso (pero sin cosas inútiles como maquillaje). Tengo entendido que un exceso de peso en la maleta se te cobra a 6 euros por kilo, pero no estoy seguro.

En Dublín, el avión os dejará en la pista, y deberéis llegar a la terminal a pie. Yo tuve suerte y no me llovió (estuvo semana y pico sin llover cuando llegué), pero si llueve como he visto llover aquí, pueden ser los 10 metros más largos de vuestras vidas.

El aeropuerto está al noreste de Dublín centro. Una cosa importante de Dublín es el tema de los distritos. Se comienza a contar desde el centro, hacia afuera, impares al norte, pares al sur. Aquí no hay códigos postales, se guían por los distritos. Por ejemplo, la orilla norte del río, a su paso por Dublín, es Dublin1. Por el contrario, la orilla sur es Dublin2. Históricamente, la parte sur era la parte rica, y la norte, la pobre y chunga. Y cuanto más alejado del centro, más chunga. Y yo vivo en Dublin15....

Mis primeros 9 días los pasé en Dublin2, muy cerquita del centro. Tuve mucha suerte, porque yo me venía directamente a casa de un amigo de mi padre, y con el curro buscado. Dicen que encontrar curro no es dificil, gracias a webs como Gumtree o Monster, pero no lo se. El tema de la vivienda si lo conozco mejor, y tampoco es dificil. También podéis investigar en Gumtree, pero sin duda la página más eficaz es Daft. Todo está muy bien organizado en distritos, y por tipo de vivienda (propiedad, alquiler, o compartiendo). Aquí la gente que viene en principio comparte casa, y luego más adelante, cuando se asienta, y quiere su propio espacio, alquila. Yo comparto casa, ahora mismo, con un alemán más cerdo que Beebop. Cuando llegué también había dos lituanas un tanto pesadas, y se que el sabado que viene se nos une al gorrino y a mi otro alemán. A ver que tal.

Como habéis podido adivinar, hablar inglés es fundamental. Aquí también tienen otra lengua, el irlandés o gaélico, pero no la he visto usar nunca, más que en un canal de televisión con refritos de los demás. Según me han contado, en la parte oeste del país si se emplea más, pero en Dublín la gente sabe cuál es el idioma que mueve el mundo, y que desde luego no es el gaélico (curioso... ¿qué pensarán del tema vascos y catalanes?). TODO está en inglés. Aparte de los guías turísticos y algunos empleados de hotel, no os esperéis que os atiendan en ninguna tienda en castellano (ni siquiera en las de souvenirs). Eso sí, no es dificil escuchar castellano por la calle, o en una cafetería, o en una tienda de cómics (aquello fue de órdago), pero siempre de boca de turistas o inmigrantes como yo. Somos muchos castellanoparlantes aquí, pero no esperéis que eso os salve si no habláis inglés. Como dirían aquí, English is a must have.

No voy a aburriros hablándoos de mi trabajo. Es un trabajo en oficina, de 8.30 a 17.30, con su hora para comer de 13.00 a 14.00, no merece la pena hablar mucho más de ello. De lo que si merece la pena hablar, ahora que caigo en la cuenta, es de la franja horaria. Aquí es una hora menos que en España (lo que se conoce como GMT). Después hablaré más de las horas.

Sobre el trabajo, importante. Aquí la Seguridad Social es un asco. Para que te atienda un médico, hay que pagar la tarifa de 50 euros, cada año de trabajo solo te da derecho a una miserable limpieza de boca, y para ello debes tener tu número PPS. El PPS, para entendernos, es como el número de la seguridad social. Para conseguirlo, debes acudir a tu oficina de PPS más cercana (podéis saber cuál es aquí) con un documento que acredite vuestra nacionalidad, dónde nacisteis (ambos datos van cubiertos en vuestro DNI) y una carta de vuestro casero en la que ponga que vivís en Irlanda (esto no es dificil, los caseros saben hacerlas). Y aquí empieza el chou, porque para firmaros esta carta, casi seguro que el casero os pide una carta de vuestro manager (jefe) demostrando que trabajais aquí (en grandes empresas, eso lo hará el departamento de Recursos Humanos, pero básicamente es lo mismo). El problema pude venir si buscáis trabajo, y os piden el PPS, ahi ya tenemos el tipico problema "pescadilla que se muerde la cola". Siempre viene bien tener a alguien aquí dispuesto a mentir y escribirte una carta diciendo que vives con él, para poder empezar a hacer que la rueda gire. Por suerte yo no tuve ese problema, de hecho, en Geodis, el departamente de Recursos Humanos no solo me preparó la carta, sino que infló mi cargo para que la casera no me pusiera ningún tipo de problema.

Bueno, ya tienes alojamiento y trabajo, ahora lo importante es como llegar de un lugar al otro. Si te pilla medianamente cerca, andar es la mejor opción. Si tienes bici, también es una buena alternativa. Dublín está llena de carriles bici. Otra opción es el coche (importante, aquí se conduce por la izquierda). Y por último, tenemos el transporte público. Antes que nada informo, yo voy a todos lados en autobús, pero eso no hace que sea menos caca. Los autobuses aquí tienen dos pisos, y los asientos tienen funditas. Se entra por delante, como en España, y también se sale por ahí (algunos tienen una puerta en medio, pero es solo una salida de emergencia). Por lo general, sentarse arriba y atrás no es recomendable si vas solo y es tarde. Mi recomendación es, si puedes, sentarte alante y arriba del todo, o abajo justo detrás de las escaleras (donde hay calefacción). El pago se puede hacer en metálico (importe exacto, no devuelven cambio) o con bonos, que se pueden adquirir en oficinas autorizadas. Hay 4 tipos de tarifa, dependiendo de las zonas que cruces, de 1 euro, de 1.40, de 1.60 y de 1.90. Si te pillan pagando una tarifa inferior a la que empleas, te puede caer una multa de 30 euros, así que mejor ser honrado.

Tampoco es buena la idea de robar en tiendas, por muy fácil que parezca. Aquí la pena por robo es cárcel, directamente, la cosa se ha endurecido muchísimo en los últimos tiempos.
Bueno, ya que hablamos de robos, hablemos de compras. Aquí todo es más caro (también es que los irlandeses cobran más, aquí un sueldo mileurista es un insulto) y las tiendas tienen un horario criminal, de 9.00 a 18.00. No será raro si lunes y martes no puedes comprar nada a la salida del curro. Hay algunas tiendas con horarios más amplios (los SPAR, por ejemplo, pequeños ultramarinos que también hacen bocadillos muy ricos, abren de 7.00 a 23.00, pero son mucho más caros). Tradicionalmente aquí la gente cobra a mediados de semana, por lo que los jueves es Shopping Day, las tiendas suelen cerrar más tarde. Yo vivo a 5 minutos de un centro comercial, y ese horario se mantiene también miercoles y viernes. Los sábados las tiendas abren de 9.00 a 18.00 (pero a menos que trabajes en hostelería o en una tienda, ese día podrás ir a comprar) y los domingos abren a mediodía, y cierran a las seis también.

Aquí la mayor parte de la gente no come comida casera. Se tira mucho de take away (pizza, chino, hamburguesa, kebab, los ya mencionados bocadillos del SPAR, o de otros sitios) o de comida precocinada. Yo, personalmente, opté por comprarme unos tappers y hacerme la comida en casa, es más sano y más barato. Elijas lo que elijas, habrá que ir a comprar.

En cuanto a take away, las opciones son ilimitadas. Burger King, McDonalds (estos los conoceréis, pero aquí abren a las 8.00 y sirven desayunos hasta las 11.00), pizzas,hindúes, platos preparados en los supermercados... No pienso comentar mucho más del tema, si venís ya lo veréis.

En supermercados, la gama también es muy amplia. A parte de los ya mencionados SPAR (que hay uno cada 100 metros al menos) vivo, y me aprovisiono, de los otros tres que hay en el centro comercial, un Lidl, un Dunnes Store, y un Marks & Spencer. Aparte, he visitado un Tesco, y un SuperFresh, ambos en el centro de Dublín. En todos estos sitios os cobran más de 20 centimos por la bolsa de plástico, así que os recomiendo que cojais una del Lidl (son más resistentes) y la reutilicéis hasta que por los agujeros se os escapen las patatas.

Hay Lidl en España, los he visto anunciados en la tele, pero nunca he estado en uno. La impresión que danes como la de un Plus o un Dia: enormes, sucios, y muy baratos. Yo aquí solo compro los productos de limpieza y las bombillas (dato curioso, aquí los casquillos, como los enchufes, son distintos)

Dunnes Store son unos grandes almacenes que tienen de todo un poco, y un supermercado bastante potable. Tienen platos preparados (pollo asado, salchichas, costillas y patatas fritas, mayormente), te hacen pizzas y bocadillos, y tienen horno de pan propio. Hay aceite de oliva de marca española (Carbonell) por unos 6 euros el litro, t yambién tienen jamón serrano y chorizo de pamplona. De todas maneras, aquí es más sencillo conseguir embutidos italianos (salami, pepperoni, pastrami). En Dunnes es el único sitio en el que encontré Aquarius cuando estuve pocho de la tripa. Lo que no hay aquí ni arroz normal (lo más parecido, rissoto Gallo). De precios no está mal, más caro que Lidl, pero a una calidad decente, es una especie de Alcampo.

A Marks & Spencer igual los conocéis, tuvieron tiendas en España hasta la llegada del euro, cuando se vieron obligados a cerrar en casi toda Europa (son británicos, y la fortaleza de la libra hizo que sus productos, en libras, se encarecieran tanto que no se podían comprar). Aparte de ropa, y mucha, tienen supermercado. El del centro comercial donde vivo es pequeño, pero tiene cosillas curiosas, caprichillos, como sushi envasado (que malo que estaba el jodío) o zumo de naranjas VALENCIANAS. Las galletas de Marks & Spencer son criminalmente ricas, así que no vayáis al que hay cerca del centro (detrás de O'Connel St.) porque el horno lo tienen allí, y salen hornadas cada 3 minutos.

Tesco es más barato, un estilo a Dunnes. Solo he ido a uno, una vez, y solo porque lo vi de pasada y tenía curiosidad. Me han hablado bien de él, sobre todo de sus hamburguesas congeladas, pero no puedo opinar de primera mano.

El Fresh es un estilo al SPAR, aunque más grande, y más caro. Había uno a cinco minutos de la casa de Dublin2, y tenía verdaderas delicattesen como JAMÓN IBÉRICO 5J, o leche Pascual con chocolate.

Lo que no encontraréis en Dublín será un cacao soluble decente. Tienen una leche cojonuda, y miles de tés y cafés, pero lo mejor para echarle a la leche es el ColaCao (importado de España). Y encima no es ni ColaCao de verdad, es el turbo...

Otro tipo de compras que podéis hacer son las de ropa. Hay una cadena española (aunque en España tiene tres tiendas contadas) llamada Penneys, que vende muy muy barato (desde luego más barato que Zara aquí) y tiene muchas tiendas. Dunnes también os vale para ropa de cama. Para electrónica (mp3 y eso) hay varias opcines, en todas ellas os dirán que son la más barata. Para videojuegos, teneis Game (nuestro antiguo Centro Mail) y hay cuatro tiendas de cómics en Dublin2 (de las cuales habrá reportaje con fotos próximamente, lo prometo).

Bueno, visto el tocho, creo que lo dejaremos aquí por hoy. Antes de despedirme, dos cosas. La primera, recordar que si tenéis alguna consulta, hacedla

La segunda es, aunque con retaso, recomendaros que visitéis el blog de mi muy estimado amigo Vity, en el que incluso hay un escaneo de la postal que le envié por su cumple (no me lo puedo creer, por correo ordinario... ¡y llegó a tiempo!)

See you soon!!