Se7en

Dios mío, ¿siete años ya?

Pues sí, hoy hace siete años desde que, desde este mismo blog, me despedía para irme a vivir a Dublín.

Ya sé que siete no es un número muy redondo para hacer celebraciones, pero este es un caso especial. No sólo el siete es un número mágico, que dicen da buena suerte, y por las bolas de dragón, sino que por fin ha llegado ese punto en que he pasado más tiempo en mi vida siendo licenciado, que preparándome para serlo. Un gran cambio, la verdad.

No voy a entrar en balances de estos últimos siete años, creo que eso lo dejaré para la próxima vez que toque un número redondo, dentro de tres, pero sí quiero aprovechar y contar dos curiosidades: la primera, que por casualidades del destino, en casa me está esperando exactamente el mismo ordenador que tenía hace siete años. Y la otra, que esta noche dormiré en una cama, no como mi primera semana irlandesa.

Al final, teniendo eso en cuenta, el balance será positivo, después de todo...