martes, 28 de diciembre de 2010

Al final tenía que pasar...

Condiciones de trabajo inhumanas... una oficina que parece una cárcel... horarios de sol a sol... Uno de mis compañeros, de nombre J. P. C., no ha podido resistir, y de esta guisa nos lo hemos encontrado al volver del desayuno.
  


Sin palabras estoy.


EDIT: Para que no haya dudas, mi compañero estaba trasteando con un enchufe. Está bien y, ahora mismo, está tomándose unas merecidas vacaciones en su pueblo.

No hay comentarios: