Indignación
Empleando de fondo la melodía del vídeo anterior, he escuchado una curiosa noticia en la radio: en un pueblo (lamento no saber deciros cuál, he pillado la noticia empezada) se iba a realizar, con motivo de las fiestas patronales del municipio, un concurso de tractores tunning.
A mi, ni me van los tractores, ni me va el tunning, pero al menos me parece una idea original. Tal vez mi problema es que vivo en Alcalá de Henares, cuyas fiestas son una MIERDA, y cualquier cosa que no sea lo de siempre, me llama la atención.
Hablemos de las fiestas de Alcalá de Henares. Se celebran a finales de Agosto (allá por San Bartolomé, que aunque haya gente que no lo sepa, no se trata del alcalde actual), y los actos típicos se pueden dividir en diversos grupos: feria, conciertos y actuaciones, toros, actos lúdico-culturales y actos religiosos.
De los actos religiosos no voy a comentar nada. No soy católico, pero sí respetuoso con los que profesan la fe, así que mientras haya gente que acuda, bien están como están.
Conciertos y actuaciones. Este es uno de los puntos débiles de las fiestas de Alcalá, o al menos eso nos parece a cualquier habitante del municipio con menos de 70 años y más de dos neuronas. Este año nos traen a Bisbal. Se supone que por el tamaño gasto municipal que supone traer al triunfito a Alcalá nos tenemos que aguantar con el resto de actuaciones, más... asequibles: Chalay (la versión cutre de Camela), Raphael (a puntito de retirarse) y una triunfita de esas a las que no conoce ni su madre, pero que vive en Alcalá. Además, esta chica dará el pregón (podría ser peor, el año pasado lo dio la hija del comisario). Semejante plantel de artistas dejaría mudo a cualquiera (por vergüenza ajena, más que por otra cosa), y más si lo comparamos con localidades vecinas, como Cabanillas del Campo, una pequeña población alcarreña que este mismo año ha traído a Fito, a los Ronaldos y a Miguel Bosé. Además, la mayor queja que tenemos los alcalainos conforme a los conciertos es el precio. Mientras en la vecina Torrejón de Ardoz los conciertos en ferias son gratuitos para el público (es decir, se pagan con cargo a presupuesto municipal) en Alcalá seguimos pagando entrada (y muy cara, además). ¿Y dónde se realizan los conciertos? ¿En el campo de fútbol municipal (que lo hay, en el Val)? Nop. ¿En la novísima Plaza de Toros situada en el Ensanche? Nooop. Se hace en La Huerta del Obispo, que para quien no haya estado nunca en Alcalá, es un enorme descampado.
Alguno dirá que de vez en cuando también se hacen conciertos gratuitos, en la Plaza de Cervantes. Lo cuál es cierto, lo que ocurre es que normalmente dicho concierto lo dan Pimpinela o Mocedades, o ya últimamente Carlos Barroso, que es de aquí. Como este año ha habido elecciones, en las últimas fiestas trajeron a OBK, pero como dijeron tacos los ancianos del lugar (grupo de votantes preferentes para el alcalde) se enfadaron, así que yo no esperaría volver a verlos pronto por aquí.
¿Y qué tal andan de audiencias? Los ballets y estas cosas, bien. Los grupos, depende. Los platos fuertes (Bisbal, este año) suelen llenar también, aunque a costa de que los "artistas menores" (pido mil perdones por esta expresión que, aunque acertada, pueda resultarle a alguno peyorativa) contratados con los restos no logren llenar. El año pasado, si mal no recuerdo, Raúl (el cantante) se quedó con unas pocas decenas de fans en el concierto (vamos, que se podía poner uno a bailar a gusto, si fuera bailable). Otra cosa que tiene éxito son las actuaciones infantiles de gente disfrazada de los Simpsons (antes) o los Lunnies (ahora). El mayor problema de estas es el elevado precio de la entrada. Precio que muchos padres no están dispuestos a pagar.
Los actos lúdico-culturales están realizados, en su gran mayoría, por las peñas alcalaínas. Normalmente la gente que acude a estas cosas son o niños (concursos infantiles, marionetas), ancianos (pasodobles) y los propios miembros de la peña (fiestas diarias, borrachera incluída). Atrás quedaron cosas como la degustación de migas (volviendo a comparar con Cabanillas, este año han tenido una tortilla gigante patrocinada por la empresa Dagu), o el desfile de Mama Chichos que dieron el primer año que llegué yo a Alcalá. Pero sin duda, lo que más nos duele, son los desfiles de Moros y Cristianos, así como la "batalla" posterior. Con esto de la correción política, una de las cosas más bonitas de las fiestas ha desaparecido. Puede que yo no tuviera intención de verlos, pero las razones que han dado para eliminarlos del calendario festivo me repatean.
Y pasamos al tenso tema taurino. Aquí en Alcalá solo hay corridas de toros, no tenemos encierros (a los cuales yo tampoco iría, pero bueno, al menos comentar que antaño los hubo, y ya no). Una cosa que me dicen mis padres cuando me quejo de que la mitad de los años traen a Paloma San Basilio a actuar a Alcalá, pero que nunca traen a nadie que a mi me guste, es que tengo que aceptar que los gustos de la mayoría mandan, y que no van a traer a alguien que solo le guste a cuatro gatos (lo siento, Raúl) para satisfacerme. Bien. ¿Entonces alguien me explica por qué tenemos que tragar con que el ayuntamiento pague con dinero público el déficit de una plaza de toros que no se llena ni hasta la mitad en los sueños más dulces de los promotores? Dicen los dueños de la plaza que la culpa es de Peinado, el anterior alcalde, que fue a la inauguración vestido de amarillo. El caso es que año tras año las corridas tienen menos afluencia de público (las de toros, me refiero, las del Torbe no se), y aún así se siguen gastando dinero en traer primeras figuras del toreo (digo yo que lo serán, como salen en las revistas del corazón...). ¿Y qué pasa? Que tienen pérdidas y, en vez de cerrar (que sería lo lógico, o emplear la plaza para conciertos u otro tipo de actos que pudieran llenar el coso), chupan del presupuesto municipal (por lo que nos toca pagar las entradas a las cosas que sí atraen público).
Yo no soy aficionado a la "fiesta nacional", pero como me gusta comer carne, suelo no criticarla en público. Pero como economista que soy (casi), no puedo decir otra cosa más que esta: mantener las cosas así es económicamente irracional. Punto.
Nos queda hablar de la feria. Los típicos cacharritos de verbena que dan menos seguridad que MacGyver con un cheque en blanco en el Leroy Merlin, las casetas de las asociaciones regionales y los partidos políticos con su comida incomible (ojo al dato, siempre ponen a Falange y a IU juntos, ¿por qué será?), además de las casetas de las peñas, con su música chunda chunda, su alcohol y sus grescas diarias. Desde el año pasado tenemos recinto ferial nuevo, aunque no se yo si durará mucho, ya que con las lluvias de invierno (las pocas que hubo) se medio hundió.
Así son las fiestas de Alcalá. Siempre. ¿A alguien le extraña que me de envidia un concurso de tractores tunning?
A mi, ni me van los tractores, ni me va el tunning, pero al menos me parece una idea original. Tal vez mi problema es que vivo en Alcalá de Henares, cuyas fiestas son una MIERDA, y cualquier cosa que no sea lo de siempre, me llama la atención.
Hablemos de las fiestas de Alcalá de Henares. Se celebran a finales de Agosto (allá por San Bartolomé, que aunque haya gente que no lo sepa, no se trata del alcalde actual), y los actos típicos se pueden dividir en diversos grupos: feria, conciertos y actuaciones, toros, actos lúdico-culturales y actos religiosos.
De los actos religiosos no voy a comentar nada. No soy católico, pero sí respetuoso con los que profesan la fe, así que mientras haya gente que acuda, bien están como están.
Conciertos y actuaciones. Este es uno de los puntos débiles de las fiestas de Alcalá, o al menos eso nos parece a cualquier habitante del municipio con menos de 70 años y más de dos neuronas. Este año nos traen a Bisbal. Se supone que por el tamaño gasto municipal que supone traer al triunfito a Alcalá nos tenemos que aguantar con el resto de actuaciones, más... asequibles: Chalay (la versión cutre de Camela), Raphael (a puntito de retirarse) y una triunfita de esas a las que no conoce ni su madre, pero que vive en Alcalá. Además, esta chica dará el pregón (podría ser peor, el año pasado lo dio la hija del comisario). Semejante plantel de artistas dejaría mudo a cualquiera (por vergüenza ajena, más que por otra cosa), y más si lo comparamos con localidades vecinas, como Cabanillas del Campo, una pequeña población alcarreña que este mismo año ha traído a Fito, a los Ronaldos y a Miguel Bosé. Además, la mayor queja que tenemos los alcalainos conforme a los conciertos es el precio. Mientras en la vecina Torrejón de Ardoz los conciertos en ferias son gratuitos para el público (es decir, se pagan con cargo a presupuesto municipal) en Alcalá seguimos pagando entrada (y muy cara, además). ¿Y dónde se realizan los conciertos? ¿En el campo de fútbol municipal (que lo hay, en el Val)? Nop. ¿En la novísima Plaza de Toros situada en el Ensanche? Nooop. Se hace en La Huerta del Obispo, que para quien no haya estado nunca en Alcalá, es un enorme descampado.
Alguno dirá que de vez en cuando también se hacen conciertos gratuitos, en la Plaza de Cervantes. Lo cuál es cierto, lo que ocurre es que normalmente dicho concierto lo dan Pimpinela o Mocedades, o ya últimamente Carlos Barroso, que es de aquí. Como este año ha habido elecciones, en las últimas fiestas trajeron a OBK, pero como dijeron tacos los ancianos del lugar (grupo de votantes preferentes para el alcalde) se enfadaron, así que yo no esperaría volver a verlos pronto por aquí.
¿Y qué tal andan de audiencias? Los ballets y estas cosas, bien. Los grupos, depende. Los platos fuertes (Bisbal, este año) suelen llenar también, aunque a costa de que los "artistas menores" (pido mil perdones por esta expresión que, aunque acertada, pueda resultarle a alguno peyorativa) contratados con los restos no logren llenar. El año pasado, si mal no recuerdo, Raúl (el cantante) se quedó con unas pocas decenas de fans en el concierto (vamos, que se podía poner uno a bailar a gusto, si fuera bailable). Otra cosa que tiene éxito son las actuaciones infantiles de gente disfrazada de los Simpsons (antes) o los Lunnies (ahora). El mayor problema de estas es el elevado precio de la entrada. Precio que muchos padres no están dispuestos a pagar.
Los actos lúdico-culturales están realizados, en su gran mayoría, por las peñas alcalaínas. Normalmente la gente que acude a estas cosas son o niños (concursos infantiles, marionetas), ancianos (pasodobles) y los propios miembros de la peña (fiestas diarias, borrachera incluída). Atrás quedaron cosas como la degustación de migas (volviendo a comparar con Cabanillas, este año han tenido una tortilla gigante patrocinada por la empresa Dagu), o el desfile de Mama Chichos que dieron el primer año que llegué yo a Alcalá. Pero sin duda, lo que más nos duele, son los desfiles de Moros y Cristianos, así como la "batalla" posterior. Con esto de la correción política, una de las cosas más bonitas de las fiestas ha desaparecido. Puede que yo no tuviera intención de verlos, pero las razones que han dado para eliminarlos del calendario festivo me repatean.
Y pasamos al tenso tema taurino. Aquí en Alcalá solo hay corridas de toros, no tenemos encierros (a los cuales yo tampoco iría, pero bueno, al menos comentar que antaño los hubo, y ya no). Una cosa que me dicen mis padres cuando me quejo de que la mitad de los años traen a Paloma San Basilio a actuar a Alcalá, pero que nunca traen a nadie que a mi me guste, es que tengo que aceptar que los gustos de la mayoría mandan, y que no van a traer a alguien que solo le guste a cuatro gatos (lo siento, Raúl) para satisfacerme. Bien. ¿Entonces alguien me explica por qué tenemos que tragar con que el ayuntamiento pague con dinero público el déficit de una plaza de toros que no se llena ni hasta la mitad en los sueños más dulces de los promotores? Dicen los dueños de la plaza que la culpa es de Peinado, el anterior alcalde, que fue a la inauguración vestido de amarillo. El caso es que año tras año las corridas tienen menos afluencia de público (las de toros, me refiero, las del Torbe no se), y aún así se siguen gastando dinero en traer primeras figuras del toreo (digo yo que lo serán, como salen en las revistas del corazón...). ¿Y qué pasa? Que tienen pérdidas y, en vez de cerrar (que sería lo lógico, o emplear la plaza para conciertos u otro tipo de actos que pudieran llenar el coso), chupan del presupuesto municipal (por lo que nos toca pagar las entradas a las cosas que sí atraen público).
Yo no soy aficionado a la "fiesta nacional", pero como me gusta comer carne, suelo no criticarla en público. Pero como economista que soy (casi), no puedo decir otra cosa más que esta: mantener las cosas así es económicamente irracional. Punto.
Nos queda hablar de la feria. Los típicos cacharritos de verbena que dan menos seguridad que MacGyver con un cheque en blanco en el Leroy Merlin, las casetas de las asociaciones regionales y los partidos políticos con su comida incomible (ojo al dato, siempre ponen a Falange y a IU juntos, ¿por qué será?), además de las casetas de las peñas, con su música chunda chunda, su alcohol y sus grescas diarias. Desde el año pasado tenemos recinto ferial nuevo, aunque no se yo si durará mucho, ya que con las lluvias de invierno (las pocas que hubo) se medio hundió.
Así son las fiestas de Alcalá. Siempre. ¿A alguien le extraña que me de envidia un concurso de tractores tunning?
7 comentarios:
Pos visto así, la verdad es que no me extraña. Lo que echo yo de menos los Moros y Cristianos!!!Qué tiempos aquellos!! Un beso.
Yo te dejo que vengas a las de aquí, que lo mismo te gusta más... y si no algo encontraremos para hacer...
Ejem...
¿Y porqué habias quitado lo de poner comentarios?
Estoy contigo Alex, ayer he leido en la revista Ensanche-Espartales de Alcala ( pro derecha a tope) que se reparte en panaderias etc. que todas las damas de fiestas se quejan de lo mismo, conciertos caros (no gratuitos) y que no gustan a la gente joven...
Los que no vivis aqui no habeis visto al alcalde saludar a las masas de abuelos tercermundistas que viven aqui y que se cren de clase alta (lo siento por ellos pero toda persona que no tenga mas de 5 o 6 propiedades y/o gane mas de 6 cifras al año es clase media a lo sumo, o eso pienso yo que soy economista jejeje)... ellos son los que tienen el peso en las elecciones, esos abuelos tan majos que abarrotan los conciertos del Parque O´donell...
Añadiendo a todo esto, comentaré que el deporte de Alcala en fiestas es las peleas en las peñas...
Otro comentario en contra de las fiestas es que CAEN MUY MAL ya que siendo ciudad UNIVERSITARIA unas fiestas justo antes de los examenes son una putada, pero bueno todo sea por San Bartolomé...
Sin mas mi queja por estas fiestas que mientras mi situacion no cambie dudo que disfrute al 100%... (mi reino por un Euro Millon XDDD).
Un saludo a todos y ya me despido hasta dentro de 1 semanita que me toca descansar 1 poco de este asco de ciudad.
PD:Madrid es Castilla :P, a ver si se aplica el cuento la Espe y nos ponen libros gratis, mejor sanidad, mejor transporte, mas ayudas etc etc...
Cabanillas del campo, justo al lado de Alovera. Muy cerquita de Meco y de Azuquequa.
:D
Poo.. ¿cómo son las fiestas allá por las tierras del norte?
Bueno, vayamos por partes.
Soy de Alcalá de toda la vida y siempre me han gustado las fiestas, pero este año considero que son una PUÑETERA MIERDA!!!
Pare empezar, el año pasado ya me disgustó que cambiaran el reciento (aunque solamente sea cruzar una carretera). Había llegado a pensar que volverían al antiguo, pero no, hay que amortizar todo el dinero que se gastaron en echar arena a la antigua "isla" (creo que la llamaban algunos) y a acallar a los ecologistas que se quejaron de la nueva ubicación, que por cierto es una porquería. Si el año pasado, cuando andaba, me iba hundiendo en la arena, este año, con el tiempo que hay, seguro que algún día tendre que salir a nado.
A parte de eso, como si fuera poco, este año, ¿qué pretenden con esa porquería de conciertos? Pocos y malos, y además estilos musicales de lo más dispares posibles. Bisbal, es que paso de ir a un concierto, donde lo que voy a ver y a oir son a las niñas babosas que vendrán de muchos otros lugares ademas de alcalá, donde se pondrán a llorar, tirarse de los pelos y gilipolleces varias. Si, mejor me voy a ver a Raphael, eso, voy a pagar 20€ de entrada por ver a alguien, que en Nochebuena, lo tengo gratis en RTVE con todos sus amigotes cantándome villancicos. Entonces, me voy a ver a Rosendo. Sin comentarios (que conste que cada uno puede opinar lo que quiera, y es lo que estoy haciendo yo).
Para colmo de los colmos, como bien dices, se gastan el dinero en una feria taurina, en una plaza de toros que esta en las "chimbambas" y que jamás se llena ni se ha llenado, y lo que es peor, como no cambien, ni se llenaran. No soy fan de los toros, es más, los aborrezco con toda mi alma, pero para gustos, los colores. Pero es que no entiendo, que durante una semana, en la que nos podriamos divertir todos, desde niños a mayores, pasando por nosotros, los jóvenes, tengamos que amargarnos por la poca previsibilidad del concejal de festejos, que este año debía estar en babia tomandose una copa.
Bueno, como creo que ya me he extendido demasiado, voy a ir dejando esto, porque si sigo así, voy a poner a parir hasta al bloggero que ha puesto este post, por levantar ampollas que ya estaba olvidando.
Sólo un apunte, no es concejal, es concejala, Marta Viñuelas, del PP.
Publicar un comentario