Estoy triste
Antes hablo, antes la fastidio. Si lo llego a saber, no digo lo de bajar el ritmo.
Hace escasos minutos me ha llamado mi jefe, para confirmarme el rumor que llevaba rondando desde ayer: el viernes, o el lunes a más tardar (espero que sea esto último, pero a saber), volveré a trabajar en San Sebastián de los Reyes. Otra vez cuatro horas diarias perdidas en transporte, otra vez las broncas y el mal ambiente laboral, otra vez el cansancio, la mala leche, y el estar haciendo algo que no me gusta en un lugar que odio.
Estos casi dos meses han sido geniales. Bien es cierto que algo me he aburrido, pero en general la experiencia ha sido muy positiva: he desconectado de todo aquello, me he relajado, y he tenido un atisbo de esperanza, pensando en que podría salir de allí para no volver. No ha habido suerte, y no me han llamado de AVON, ni de ningún otro sitio.
Estoy triste, triste porque se que a partir de dentro de muy poco voy a sentirme muy desgraciado, pero sin poder hacer nada para remediarlo. Tal y como están las cosas, no voy a dejar el trabajo, aunque ganas no me han faltado desde hace mucho, mucho tiempo.
No me apetece escribir más. Me apetece disfrutar de mis últimas horas en un lugar agradable, sin soportar a gente sobre la cual lo mejor que se puede decir es que el mundo sería un lugar mejor si no existiera, sin perder una tercera parte del tiempo que paso fuera de casa en un vagón de tren, o en un autobús, sin pensar que yo no debería estar allí, haciendo eso.
Estoy triste.
Hace escasos minutos me ha llamado mi jefe, para confirmarme el rumor que llevaba rondando desde ayer: el viernes, o el lunes a más tardar (espero que sea esto último, pero a saber), volveré a trabajar en San Sebastián de los Reyes. Otra vez cuatro horas diarias perdidas en transporte, otra vez las broncas y el mal ambiente laboral, otra vez el cansancio, la mala leche, y el estar haciendo algo que no me gusta en un lugar que odio.
Estos casi dos meses han sido geniales. Bien es cierto que algo me he aburrido, pero en general la experiencia ha sido muy positiva: he desconectado de todo aquello, me he relajado, y he tenido un atisbo de esperanza, pensando en que podría salir de allí para no volver. No ha habido suerte, y no me han llamado de AVON, ni de ningún otro sitio.
Estoy triste, triste porque se que a partir de dentro de muy poco voy a sentirme muy desgraciado, pero sin poder hacer nada para remediarlo. Tal y como están las cosas, no voy a dejar el trabajo, aunque ganas no me han faltado desde hace mucho, mucho tiempo.
No me apetece escribir más. Me apetece disfrutar de mis últimas horas en un lugar agradable, sin soportar a gente sobre la cual lo mejor que se puede decir es que el mundo sería un lugar mejor si no existiera, sin perder una tercera parte del tiempo que paso fuera de casa en un vagón de tren, o en un autobús, sin pensar que yo no debería estar allí, haciendo eso.
Estoy triste.
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2 comentarios:
Animo tio, y continua mandando emails como 1 loco, esta complicada la cosa pero hay bastantes ofertas (aunque pocas son buenas y hay muchas competencia) y tu eres 1 tio formado, trabajador, con buena presencia (no tan guapo como yo pero no todo iba a ser perfecto), y ya sabes siempre te queda la opcion de currar poco y mal, que te despidan, te den 1 indeminzacion y junto al paro que te has ganado tomarte unos meses de relax y busqueda de curro en otro lugar mejor... yo sigo mirando ofertas (aunque menos que antes) si veo algo te aviso.
Un abrazo y animo.
Hola Alex creo que desde mañana eres libre por las tardes ;), asi que animo y a poner cosas en el blog ;).
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