martes, 2 de junio de 2009

Me hago viejo

Ayer llegó por correo un paquete muy muy esperado, el Sonic The Hedgehog de la Xbox 360 que compré por eBay.


Lo cierto es que, si no te quieres gastar mucho en juegos, el juego que buscas no es de lo más nuevo, y no te importa que alguien ya haya jugado con él, eBay es la mejor opción, siempre y cuando juegues sobre seguro, y compres a vendedores muy bien valorados. Punto y aparte son las tarjetas prepago para juegos de Xbox y Nintendo, o para el WoW, que son nuevas (obviamente, el código es de un solo uso) y pueden encontrarse ofertas de hasta de un 20% sobre el precio en tiendas.

Bueno, volviendo al tema: el Sonic. Mi primera consola fue una Game Gear. Yo quería un cacharro de esos para jugar, y mis padres no querían que la enchufara a la tele, así que tendría que ser una portatil, y a mi me gustaba que fuera a color. Como además, apenas la sacaba de casa, el tema de las pilas (6 alcalinas en dos horas) no me importaba demasiado (bendito adaptador a corriente). En la Game Gear tuve mi primera experiencia con Sonic, aunque las dos más satisfactorias fueron las dos últimas, el Sonic Chaos y el Sonic Triple Trouble, ambos en la lista del lateral.

Mi siguiente consola fue una Saturn, porque el Dragon Ball Z me gustaba más que el de Playstation, y después vino la Dreamcast. Aún recuerdo la primera vez que la vi funcionar. Fue en una tienda de videojuegos que ya no existe, en el Centro Comercial La Dehesa. Era una consola de importación, y tenían expuesta la consola con la intro de un juego, en la que se veía una ciudad siendo inundada y arrasada por un monstru gigante. Como sabía que uno de los juegos de salida de la Dreamcast era un Godzilla (que luego con los años pude probar, y ciertamente era divertido), pensaba que se trataba del juego del lagartijo. Grave error.



El Sonic Adventure fue, en todos los sentidos, una revolución para mi. Era la primera vez que jugaba a un juego en el que los diálogos, la historia, eran tan importantes como la propia jugabilidad. Acostumbrado a la Game Gear y a la Saturn, la Dreamcast era una maravilla técnica, con unos gráficos increíblemente realistas (vale, estoy hablando de un juego en el que el protagonista es un erizo que corre, déjame en paz) y una banda sonora increíble (no me extraña que, después de este juego, los compositores de la misma formaran un grupo, Crush 40).


En el juego, aparte de a Sonic, controlabas a varios personajes más, cada uno con una visión parcial de la historia, cuyas piezas encajaban milimétricamente cuando lo completabas. Antes me gustaban los juegos de Sonic, pero, después de este, me hice un fan.

Un par de años más tarde apareció en tiendas el Sonic Adventure 2, que abandonaba las zonas de exploración para centrarse más en las de aventura, eliminando el juego por personajes, y sustituyéndolo por uno de bandos (buenos contra malos), incluyendo dos nuevos personajes y con una música aún más cañera que la anterior.


Sonic Adventure 2 es un grandísimo juego, menos sorprendente que el que le precedió, pero igualmente divertido, con una gran historia, gráficamente impactante y muy jugable, manteniendo elementos que hicieron grande a su predecesor (el jefe final gigantesco, la banda sonora de heavy metal mientras le machacas, una historia tan cuidada que daría para una película).

Y para mi acabó ahí. Aparecieron dos juegos más de la franquicia, el Sonic Heroes y el Shadow the Hedgehog, que no pude jugar ya que yo le seguía fiel a mi Dreamcast, y estos solo aparecieron para PS2, Xbox y Game Cube (apareciendo para esta, además, remakes de los Sonic Adventure)

Cuando me compré la Wii, removí cielo, tierra y eBay para hacerme con los remakes de los Sonic Adventure aparecidos para GC, y probé entusiasmado el Sonic y los Anillos Secretos. Y me decepcionó. Aunque la crítica lo enalteció, al tiempo que ponían a caldo el Sonic The Hedgehog de PS3 y Xbox 360 (este último, sobre todo, por los tiempos de carga, problema que queda resuelto con la actualización de la consola que permite instalar juegos), el juego me pareció injugable. No había control, tu solo tiras a derecha o a izquierda y esperas no estrellarte con nada.

Posteriormente, me contagié de la ilusión que generaba el Sonic Unleashed. He probado la versión en Wii (al menos este te deja usar mando clásico) y la demo de XBox 360 (estoy a la espera de que me manden el juego, que ya lo encontré en eBay) y lo cierto es que, aunque parece divertido, le falta algo, algo de magia. Esperaré a probar la versión completa como fue concebido (desgraciadamente, la versión de Wii es un triste port) para hacer una valoración coherente.


No voy a mentir, ni me molesté en probar Sonic y el Caballero Negro. En cuanto oí que el sistema de control era el mismo que el del Sonic Unleashed, pero sin admitir mando clásico, me abstuve. Soy consciente de que hay que amortizar el mando, pero... hay juegos que necesitan un pad de verdad. Hay muy grandes juegos en Wii, y muchos de ellos permiten usarlo: Nights: Journey Of Dreams, los Dragon Ball Z, el Sonic Unleashed (que sea un port en baja resolución no lo hace malo, lo hace gráficamente menos espectacular, pero también es verdad que Wii+juego cuesta menos que la PS3, y el juego aparte), y otros muy grandes de Wii usan el Wiimando en forma de pad normal (Wario Land: The Shake Dimension, por ejemplo). A veces el usar el Wiimote solo por usarlo lo único que hace es cargarse el juego. (Obviamente, en el otro lado de la balanza, tenemos los Rayman Raving Rabbids, que en el resto de sistemas eran injugables por el pad)



Y ayer, por fin, pude probar el Sonic The Hedgehog. A diferencia del Unleashed, si tiene esa magia del Sonic Adventure. Pero no se si es que me hago viejo, o que los años no pasan en balde y estoy desentrenado, pero me pareció mortalmente difícil. Más o menos los mismos controles, pero... me ahogué en el mar en la primera fase como cuatro veces, y el segundo jefe, Silver, me machacó un par de (docenas de) veces antes de que pudiera pillarle el tranquillo. Pero bueno, ¿no dicen que con la práctica se llega a la perfeción?


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